ANTECEDENTES
Con este artículo no pretendo presentar un profuso y extenso documento sobre la administración económica en los ejércitos, sus Cuerpos y componentes, sino aproximar a los economistas o aspirantes a serlo algunas notas sobre los Cuerpos de Intendencia de los Ejércitos y la Armada españolas, los cuales tienen encomendada la misión de atender los asuntos económicos de las Fuerzas Armadas, tanto en el ámbito de sus respectivos Ejércitos, como en el Ministerio de Defensa y sus organismos dependientes. Con ello pretendo presentar una opción más para el ejercicio profesional de los economistas cuyo interés por el servicio público les haya tentado y sin embargo, no conozcan esta posibilidad de incorporarse como Oficiales de las Fuerzas Armadas para desempeñar misiones propias en el área de la administración económica, el asesoramiento económico-financiero o cometidos de naturaleza logística.
Hablar de los Cuerpos de Intendencia del Ejército de Tierra y de la Armada hoy es referirse a más de 500 años de administración militar y más de 100 años en el primer caso o más de 200 años en el segundo como cuerpos militares que junto con el Cuerpo de Intendencia del Aire creado con el nacimiento del Ejército del Aire al final de la Guerra Civil. Todos ellos tienen encomendado los asuntos económicos de las Fuerzas Armadas en los términos que más adelante expondré.
La Administración Militar está presente en nuestros Ejércitos desde que se constituyen como organización permanente. Este momento tiene lugar en torno a la creación de las Guardias Viejas de Castilla en tiempo de los Reyes Católicos y coincidiendo con el nacimiento de los Estados Modernos.
Hasta no hace mucho tiempo resultaba difícil encontrar documentación bibliográfica sobre la Administración castrense, sus misiones y componentes. Hoy se ha avanzado mucho en este asunto y existen a disposición de los interesados en esta área de la Administración del Estado numerosos trabajos, estudios e investigaciones. Quizás uno de los primeros es un texto de D. Antonio Raquejo Alonso titulado “Historia de la Administración y Fiscalización Económica de las Fuerzas Armadas”, disponible en las publicaciones del Ministerio de Defensa. A este trabajo ya señero han ido publicándose muchos otros, entre los que podemos destacar el magnífico trabajo coordinado por D. Juan Miguel Teijeiro de la Rosa y varios componentes del Cuerpo Militar de Intervención (Cuerpo hermano de los Cuerpos de Intendencia, al proceder de los extintos Cuerpos de Administración Militar y Ministerio del Ejército de Tierra y la Armada respectivamente) titulado “La Hacienda Militar.500 años de Intervención en las Fuerzas Armadas” y también publicado por el Ministerio de Defensa. Y Por último destacar en este apartado de referencias bibliográficas la tesis doctoral del General de Intendencia D. Francisco J. Corpas Rojo en el ámbito de la Contabilidad Militar y también publicada por el Ministerio de Defensa.
Siguiendo a Raquejo Alonso, puede decirse que la Administración Militar viene a ser para las Fuerzas Armadas lo que para el resto de la Administración Central es el Ministerio de Hacienda, porque como bien dice este autor, la Administración castrense es al fin y al cabo la administración económica de los Ejércitos y la Armada, ya que donde exista y se administre dinero del Estado para fines castrenses, allí ha de estar presente la referida Administración.
Durante mucho tiempo esas funciones no fueron realizadas por un Cuerpo profesional específico, sino que eran realizadas por personal de confianza de los monarcas que las encargaban a “hombres honrados y hábiles” y solo mientras duraban las campañas. Con el tiempo, los ejércitos permanentes expusieron la necesidad de que dichas funciones tuvieran un carácter estable.
Los ejércitos permanentes tienen como consecuencia inmediata la necesidad de disponer de capacidad de sostenimiento del mismo. Para ello, se fue creando una Administración Militar capaz de sostener y asistir de todo lo necesario en el adiestramiento y preparación de los Ejércitos. Del mismo modo apoyar en el combate con lo necesario para el cumplimiento de sus misiones y objetivos.
Sería largo, incluso tedioso, exponer en este pequeño artículo la evolución y desarrollo de dicha Administración. Para ello, solo si el Colegio de Economistas lo permite, en sucesivos artículos, podríamos avanzar en dicha exposición. En este sentido, solo decir que existen en la actualidad numerosos trabajos y publicaciones como ya hemos referenciado en este artículo.
No obstante, como primera aproximación basta decir que en 1723 se crea en la Armada el Cuerpo del Ministerio de Marina y en el Ejército se crearon en 1818 el Cuerpo Político de Guerra y el Cuerpo de la Hacienda Militar que posteriormente junto con el Cuerpo de Cuenta y Razón de Artillería terminaron constituyendo el Cuerpo Administrativo del Ejército. Estos Cuerpos tenían encomendadas funciones gestoras y fiscalizadoras. Es a finales del Siglo XIX cuando se inicia un proceso de separación de las funciones de gestión económica y logísticas por un lado y las fiscalizadoras por otro, cristalizando con el tiempo en lo que hoy son los Cuerpos de Intendencia de los Ejércitos y la Armada y el Cuerpo Militar de Intervención de la Defensa.
La Administración Militar ha dado personajes ilustres por su capacidad organizativa y gestora, como son por ejemplo el Marques de la Ensenada (Contador y Comisario d Marina), José Patiño (verdadero organizador de la Armada del siglo XVIII), José Canga Argüelles (Intendente de Ejército y gran hacendista y autor del primer presupuesto ante las Cortes de Cádiz) o Flórez Estrada (Intendente y gran economista del Siglo XIX).
En el ámbito del ejercicio de sus cometidos logísticos en el combate son numerosos los ejemplos heroicos en las diferentes guerras y conflictos. Así podemos destacar la muerte heroica del Oficial Vicente Reina en Alpens en plena guerra carlista defendiendo su convoy y plasmado en un histórico cuadro que adorna la escalera principal de la antigua Academia de Intendencia en Ávila o el comportamiento heroico del Capitán Mariano Aranguren Landero y el Teniente Fontanilla en el abastecimiento de la posición de Tizza en la guerra de Marruecos. También en nuestra Guerra Civil el comportamiento de intendentes de ambos bandos fue destacado, como por ejemplo el capitán Carlos Haya abasteciendo desde el aire al contingente asediado en el Santuario de la Virgen de la Cabeza o dirigiendo la Aviación republicana como el caso de Hidalgo de Cisneros.
ACCESO A LOS CUERPOS DE INTEDENCIA DE LOS EJÉRCITOS Y LA ARMADA.
En la actualidad los Oficiales de los Cuerpos de Intendencia continúan desempeñando sus cometidos en todas aquellas operaciones en territorio nacional o en misiones en el extranjero, constituyendo ese apoyo financiero y logístico tan necesario para que las Unidades desplegadas cumplan los objetivos encomendados.
Los tres Cuerpos de Intendencia en la actualidad desempeñan funciones gestoras y logísticas en el ámbito de sus Ejércitos respectivos y en el Ministerio de Defensa, tanto en los servicios centrales como en sus organismos autónomos (INVIED, INTA, ISFAS etc.)
El acceso a los Cuerpos de Intendencia ha seguido diversas vicisitudes a lo largo de la historia, pero siempre de forma conjunta al resto de Armas y Cuerpos de los Ejércitos. En general ha ido oscilando entre el acceso con título universitario previo y el acceso como el resto de Armas y Cuerpos, realizando toda su formación en las academias militares con sus compañeros de las Armas. Los alumnos del Cuerpo de Administración Militar del Ejército pasaron de formarse en la Academia propia del Cuerpo Administrativo a la Academia General Militar en su primera época, con sede en el Alcázar de Toledo, con el resto de Armas y Cuerpos. Y del mismo modo, en la Academia General Militar en la 2ª y 3ª época con sede en Zaragoza. Tras pasar por la Academia General, adquirían su especialización en la Academia Especial de Intendencia en Ávila. La reforma de la enseñanza derivada de la Ley 17/89, de 20 de julio de 1989 del Régimen de Personal Militar Profesional modificó el acceso a los Cuerpos de Intendencia de los Ejércitos, exigiendo para el acceso una licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales o Derecho y recibir la formación militar y específica en las Academias Generales y la Escuela Naval de sus Ejércitos respectivos tras superar una oposición de ingreso.
Este procedimiento se ha mantenido a lo largo de los años y las sucesivas leyes de personal militar, si bien el plan de estudios en las Academias Militares se ha ido modificando de acuerdo con la ampliación de cometidos, especialmente logísticos.
En la actualidad el acceso a estos Cuerpos es por oposición entre aspirantes que cumplan determinados requisitos, entre ellos, estar en posesión de un grado de los impartidos por las Facultades de Ciencias Económicas y Empresariales, ya sea Economía, Administración de Empresas, Finanzas y Contabilidad o Ciencias Actuariales entre otras y que habilitan para el ejercicio de la profesión de economista o el grado en Derecho de las Facultades de Derecho. Para más información puede acudirse al RD 35/2010, de 15 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de ingreso, promoción y de ordenación de la enseñanza de formación en las Fuerzas Armadas.
Tras superar la oposición se ingresa en las Academias Generales de los Ejércitos o la Escuela Naval de la Armada para cursar dos años de formación, siguiendo un plan de estudios similar al que siguen los alumnos del resto de Armas del Cuerpo General que ingresan con titulación universitaria previa.
Para finalizar este apartado de acceso a Cuerpos Militares con las titulaciones impartidas en las Facultades de Ciencias Económicas y de Derecho es conveniente añadir que con estas mismas titulaciones se puede acceder también al Cuerpo Militar de intervención con misiones fiscalizadoras y de asesoramiento económico-fiscal. Su plan de estudios, al tener cometidos similares de otros Cuerpos Civiles de la Administración es de un año de formación.
Centrándonos en los Cuerpos de Intendencia, las plazas de acceso a cada uno de los Cuerpos en las diferentes modalidades de acceso, directo, promoción interna, promoción para cambio de escala, se publican en el BOE tras el acuerdo de oferta de empleo público aprobado por el Gobierno. Para personal graduado universitario que no tenga la condición previa de militar profesional la forma de acceso es el acceso directo en las plazas que se hayan convocado para esta modalidad.
Las convocatorias para participar en la oposición tienen lugar en los meses de marzo de abril y las pruebas suelen iniciarse entre los meses de junio y julio. Los aspirantes que ha obtenido plaza de ingreso se incorporan a las Academias Militares con el inicio del curso académico en los últimos días de agosto.
COMETIDOS DE LOS CUERPOS DE INTENDENCIA DE LOS EJÉRCITOS
Los cometidos de los Cuerpos de Intendencia están previstos, como los del resto de Cuerpos de las Fuerzas Armadas, en la Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la carrera militar, en concreto en sus artículos 28, 32 y 35. En ellos se establece que estos Cuerpos tiene encomendados el planeamiento y administración de los recursos económicos, el asesoramiento económico-financiero y los cometidos logísticos que se le encomienden y que desarrollados posteriormente en el RD 711/2010, de 28 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de especialidades fundamentales de las Fuerzas Armadas, se materializan en la función logística de Abastecimiento en todos sus campos.
Los componentes de los Cuerpos de Intendencia se agrupan en una sola escala de Oficiales y los empleos que se ostentan son desde el de Teniente a General de División. Es decir al egresar de la Academia se obtiene el empleo de Teniente y el máximo empleo que puede alcanzar un Intendente es el General de División.
BREVE DESCRIPCIÓN DE LA CARRERA DE UN OFICIAL DE INTENDENCIA
Los primeros destinos con el empleo de Teniente son Unidades logísticas, donde se ejerce el mando de sección durante dos años, como el resto de los oficiales del Ejército, eso sí siempre en la función logística de abastecimiento. En estos años se adquiere la adecuada experiencia en materia logística en operaciones y en el ejercicio del mando, especialmente en liderazgo, al ser responsable de su unidad nivel sección.
Tras ese período, se incorporan a las Unidades del sistema de administración económica, para tener su primer contacto con la gestión económica. En esta situación y al cumplir cinco años de servicios efectivos en el empleo se asciende a Capitán.
Durante el empleo de capitán se ejerce el mando de compañías de abastecimiento en Unidades logísticas o se desempeñan funciones de Oficial Cajero-Pagador en Unidades, Centros y Organismos del Ejército respectivo o en el Ministerio de Defensa y en general en todas las unidades del sistema de administración en económica, ejerciendo como jefe de área en gestión económica, contabilidad o contratación. También en este empleo se pueden adquirir determinadas especialidades como informática, especialista en subsistencias, en vestuario, paracaidismo, etc.
Con el cumplimiento de los requisitos necesarios, el siguiente paso en la carrera es la realización de curso de actualización para el ascenso a Comandante y el curso de trayectoria de 2º tramo por el que oficial de Intendencia se especializa bien en Administración económica o bien en Logística y que mediatizará el resto de su carrera en cuanto a puestos y destinos. En este empleo se realizan los cursos de Estado Mayor y Superior de Logística.
Con el empleo de Comandante comienza un intenso proceso de ejercicio profesional y preparación para el desempeño de empleos superiores que llegarán tras los correspondientes procesos de evaluación y clasificación, ocupando puestos de gestión económica o de analistas de planeamiento y programación de recursos económicos. Con el empleo de Teniente Coronel, llegan los primeros puestos de especial de responsabilidad con el ejercicio del mando de secciones de asuntos económicos, en órganos de asesoramiento económico financiero o de unidades de abastecimiento.
Con este último empleo finaliza el proceso de ascenso profesional mediante evaluaciones y clasificaciones. Los empleos de Coronel y de Oficial General (General de Brigada y de División) se alcanzan por elección entre los Tenientes Coroneles y Coroneles que tras el cumplimiento de determinados años de antigüedad son sometidos a la correspondiente evaluación para ascenso.
Para finalizar esta breve descripción de la carrera profesional de un intendente, es conveniente tener claro que el modelo de carrera descrito en grandes rasgos es el actual y que como en cualquier otra carrera en la Administración Civil o Militar está sometida a modificaciones legislativas que cambiaran las formas, los requisitos o los tiempos para el ascenso, la realización de cursos, destinos, etc.
EJERCICIO PROFESIONAL. LA NECESARIA CONCIENCIA Y VOCACIÓN MILITAR
Dicho lo anterior, es el momento de destacar lo más importante, que no es otra cosa que conocer y sentir la verdadera vocación militar. Ejercer la profesión de economista o de abogado es apasionante y el papel de estos profesionales en la sociedad, en el mundo de la empresa, la enseñanza o en el ejercicio de la política activa tiene una importancia vital. Centrándonos en los economistas, estos han sido protagonistas de los grandes cambios que ha experimentado la economía española en los últimos 75 años. Desde finales de los años cuarenta del siglo pasado, momento en el que se graduaron los primeros economistas en aquella Facultad de Ciencias Políticas y Comerciales de la Universidad Central de Madrid hasta ahora su aportación ha sido muy importante. Basta recordar el papel de Enrique Fuentes Quintana, Juan Velarde, Mariano Rubio, Joan Sardá, etc, y su papel en el plan de estabilización de 1959, la entrada de España en la Unión Europea o en la Unión Monetaria y tanto otros retos que tenemos enfrente en la actualidad y los que vendrán el futuro. La necesidad de disponer de unos profesionales preparados técnicamente, abiertos al mundo exterior y dispuestos a dar la batalla es una capacidad que no podemos soslayar.
En este marco, las opciones de poner al servicio de la sociedad el conocimiento adquirido para resolver cuestiones y asuntos que afectan a su bienestar son muy amplias. Los economistas tenemos mucho que aportar a la sociedad desde un puesto de directivo de una gran empresa, en una PYME, en banco, en una asesoría o gabinete de estudios. Sin embargo, dar el paso de convertirse en un Oficial de las Fuerzas Armadas supone adquirir un compromiso mucho más exigente con España y sus ciudadanos.
Integrarse en las Fuerzas Armadas no supone simplemente elegir una opción profesional más, ser militar es algo más serio. Convertirse en un Oficial de los Ejércitos o la Armada es elegir un estilo de vida que obliga a comprometerse sin límites al servicio de la sociedad, para desempeñar sus cometidos donde España necesite.
La profesión militar es algo más, puede decirse con total seguridad que es sobre todo una vocación. Así se refiere el Teniente General Agustín Muñoz-Grandes Galilea, académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas en su discurso de ingreso titulado “Sociedad y Milicia. Dos retos a vencer en el siglo XX. Activación de la conciencia militar y reafirmación de las virtudes militares”. Vocación exigente, donde el ejemplo en la conducta y el ejercicio del mando son más importantes que los discursos o exposiciones teóricas, teniendo en cuenta aquello que decía el Teniente Coronel Francisco Villamartín, insigne tratadista militar del siglo XIX, el cual venía a decir sobre le mando: ”De todas las tropas, las nuestras son las menos sensibles a la elocuencia militar; no quieren otra elocuencia que la de los hechos”. Esta profesión requiere predisposición a la entrega, al sacrificio y por ello exige además de conocimientos técnicos, cambiantes y evolutivos a lo largo de los años de práctica, virtudes militares que constituyan el armazón necesario para cumplir con los objetivos encomendados.
Estas virtudes persisten en el tiempo aunque, como dice nuestro académico, cambien los modos de exigencia. En la actualidad suponen conocer bien la profesión militar, tener una permanente disposición para el puesto que el mando superior juzgue oportuno, en la esperanza que este sea siempre el de mayor riesgo y fatiga. Y finalmente el amor a España y el respecto a la dignidad del ser humano. No encuentro una mejor definición que la así expuesta por el General Muñoz-Grandes.
Como conclusión final de este artículo me gustaría dejar como idea fundamental que la elección de esta opción profesional debe basarse en estas reflexiones sobre vocación militar. Sin vocación militar es difícil desarrollar una carrera plena dentro de las Fuerzas Armadas, aunque seamos unos excelentes economistas.
No quisiera cerrar este apartado dedicado a la vocación necesaria para el economista dispuesto a servir en los Ejércitos sin referir las palabras de SM el Rey Felipe VI a todos los miembros de las Fuerza Armadas:
“Y aunque la naturaleza de los conflictos y los diferentes escenarios han ido cambiando con los años, las mismas virtudes que tradicionalmente habéis practicado deben perdurar en la Institución militar. Vuestra integridad, la fiel entrega al cumplimiento de vuestras obligaciones y la vocación de servicio a los demás son un verdadero ejemplo para la sociedad”.
Palabras de Su Majestad el Rey Felipe VI en la celebración de la Pascua Militar.
Palacio Real de Madrid,
6 de enero de 2017.
Autor:
Máximo Ramírez Gómez
Teniente Coronel del Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra.
Economista y Abogado