
El Colegio Profesional de Economistas de Sevilla ha presentado en la mañana del 15 de diciembre, en la sede colegial, el XXVII Barómetro Económico de Sevilla (BES), en el que se señala que la provincia cierra 2025 con un crecimiento económico moderado y estable y con perspectivas favorables para 2026. El informe ha sido presentado por Francisco J. Tato Jiménez, decano del Colegio Profesional de Economistas de Sevilla; María del Carmen Delgado, directora ejecutiva del Barómetro Económico de Sevilla y directora del Departamento de Economía de la Universidad Loyola; y Rafael Peral Sorroche, responsable de Instituciones, Colectivos y Convenios de Caja Rural del Sur.
El XXVII BES, elaborado conjuntamente por el Colegio Profesional de Economistas de Sevilla y la Universidad Loyola, analiza la coyuntura correspondiente al tercer trimestre de 2025 y ofrece previsiones para el cuarto trimestre, el conjunto del año 2025 y el ejercicio 2026.
La economía de la provincia de Sevilla afronta el cierre de 2025 con un escenario de crecimiento moderado y estable. El informe estima que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá un 2,6 % en 2025 y un 2,4 % en 2026, impulsado por la mejora sostenida del empleo, el dinamismo del consumo interno y la fortaleza del sector servicios. Este avance se produce en un contexto de progresiva normalización de los precios y reducción gradual del desempleo, condicionado no obstante por la evolución del entorno internacional y la capacidad de consolidar la inversión y el crecimiento productivo a medio plazo.
El mercado laboral se consolida como uno de los principales elementos positivos del escenario económico provincial. Las previsiones apuntan a un incremento del empleo del 1,1 % en 2025, que se aceleraría hasta el 2,3 % en 2026, mientras que la tasa de paro continuaría descendiendo hasta situarse en torno al 13,8 % en 2025 y al 12,7 % en 2026.
No obstante, el informe señala que, de forma puntual, la tasa de paro provincial pasó del 13,89 % en el segundo trimestre de 2025 al 14,41 % en el tercer trimestre, dentro de una tendencia general de mejora.
“Estos niveles consolidan una mejora significativa del mercado de trabajo, se aproximan a cifras anteriores a la pandemia y reflejan una continuidad en la generación de oportunidades laborales”, ha señalado María del Carmen Delgado.
Durante los primeros trimestres de 2025, la actividad económica ha mantenido sus principales pilares en los sectores de servicios, turismo y construcción. La afiliación a la Seguridad Social ha seguido una trayectoria al alza, alcanzando máximos históricos, con 838.052 afiliados en septiembre de 2025. Paralelamente, el sector de la construcción y las transacciones urbanísticas han mostrado signos de reactivación, aportando dinamismo al mercado inmobiliario local.
El sector servicios continúa siendo el principal motor del consumo interno, impulsado por la demanda turística y el repunte de la movilidad. Aunque el crecimiento es más moderado que en 2024 y no alcanza los niveles del “boom postpandemia”, la combinación de empleo relativamente estable, consumo sostenible y recuperación turística contribuye a mantener un entorno de confianza para empresas y hogares. Asimismo, la creación de nuevas sociedades mercantiles refleja una recuperación gradual del tejido productivo, con especial incidencia en servicios profesionales, comercio minorista y logística, apuntando a una mayor diversificación económica.
En el ámbito de los precios, la inflación provincial ha registrado un comportamiento ascendente y sostenido en los últimos meses de 2025, pasando de niveles cercanos al 2 % en abril hasta aproximadamente el 3 % en octubre, debido principalmente al incremento de la componente de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles. Para el conjunto del año, se estima una inflación media del 2,6 % en 2025, que se moderaría hasta el 2,0 % en 2026, en línea con la trayectoria prevista para Andalucía y con el objetivo de estabilidad del Banco Central Europeo.
Los indicadores de consumo energético y servicios asociados sugieren una demanda relativamente estable, actuando como reflejo indirecto tanto de la actividad productiva como del dinamismo residencial y de servicios en la provincia.
El Índice BES, indicador sintético trimestral de la actividad económica, se situó en el tercer trimestre de 2025 en 114,4 puntos para Sevilla, frente a los 121,6 puntos del trimestre anterior, manteniéndose no obstante por encima de los valores de referencia. En el caso de Andalucía, el índice alcanzó los 129,4 puntos, frente a los 128,3 del trimestre previo.
La moderación del índice en Sevilla se explica principalmente por la caída de las pernoctaciones turísticas, especialmente acusada en julio y recuperada parcialmente en septiembre, así como por el descenso de las exportaciones (en torno al 5 %) y la evolución de las sociedades mercantiles constituidas. Estos comportamientos responden a patrones similares observados en ejercicios anteriores. En contraste, indicadores como el consumo de energía eléctrica y la afiliación a la Seguridad Social mostraron un ligero incremento.
El informe contextualiza la evolución de la economía sevillana en un entorno internacional marcado por un crecimiento mundial moderado, condicionado por tensiones geopolíticas, fragmentación comercial y un proceso de normalización de las políticas económicas. En este contexto, Estados Unidos continúa lastrado por la caída del consumo privado y la reducción del gasto público; la eurozona mantiene un crecimiento muy contenido, con previsiones del 1,3 % en 2025 y del 1,2 % en 2026; mientras que China sigue inmersa en un proceso de desaceleración estructural.
España, por el contrario, mantiene un ritmo de crecimiento sólido, con un aumento del PIB previsto del 2,8 % en 2025 y del 2,4 % en 2026, con tasas similares a las de Andalucía, situándose en una posición relativamente favorable dentro del contexto europeo.
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